miércoles, agosto 12, 2009

Convenios de Ginebra... a sad thing

En muchos conflictos se ataca igualmente a enemigos y civiles...

"Las personas que no participan activamente en las hostilidades (...) deben ser tratadas humanamente en todas las circunstancias".

Éste es uno de los principios básicos de los Convenios de Ginebra, que constituyen la espina dorsal del derecho internacional en enfrentamientos bélicos y de cuya firma se cumplen 60 años este miércoles.

Sin embargo, una serie de conflictos recientes y actuales pone en duda la utilidad de estos acuerdos -suscritos por 194 países- en la protección de civiles y de combatientes frente a los abusos cometidos en tiempos de guerra.

Los Convenios parecen ser quebrantados frecuentemente por algunos Estados y grupos armados en distintas partes del mundo.

Según el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Jakob Kellenberger, estos derechos "se conculcan con regularidad con malos tratos infligidos a prisioneros, ataques indiscriminados a la población civil y desplazamientos de la población".

El abogado especialista en derechos humanos Alejandro Teitelbaum añadió que "al ser violados cotidianamente, los Convenios no suelen ser útiles para prevenir abusos".

"En las actuales circunstancias parecen servir más a posteriori, por ejemplo, para presentar demandas ante la Justicia penal nacional o internacional una vez que los hechos se han consumado", le dijo Teitelbaum a BBC Mundo.

No obstante, tanto en la prevención como en el castigo de crímenes, los acuerdos de Ginebra se topan con un gran obstáculo. Una encuesta del CICR muestra que muchas de las poblaciones en riesgo desconocen su existencia, lo que las vuelve aún más vulnerables.

Max Seitz para BBC Mundo, Miercoles 12 de agosto de 2009. http://www.bbc.co.uk/mundo/internacional/2009/08/090812_convenios_ginebraii.shtml

lunes, agosto 10, 2009

La Autoridad, Eduardo Galeano


"En épocas remotas, las mujeres se sentaban en la proa de las canoas y los hombres en la popa. Eran las mujeres quienes cazaban y pescaban. Ellas salían de las aldeas y volvían cuando podían o querían. Los hombres montaban las chozas, preparaban las comidas, mantenían encendidas las fogatas contra el frío, cuidaban a los hijos y curtían las pieles de abrigo.
Así era la vida entre los indios onas y los yaganes, en la Tierra de Fuego, hasta que un día los hombres mataron a todas las mujeres y se pusieron las máscaras que las mujeres habían inventado para darles terror.
Solamente las niñas recién nacidas se salvaron del exterminio. Mientras ellas crecían, los asesinos les decían y repetían que servir a los hombres era su destino. Ellas lo creyeron. También lo creyeron sus hijas y las hijas de sus hijas."

"Mujeres", Eduardo Galeano.

La mente detenida


Lo que acaba importándole más a todas las personas es lo que ocurre en la consciencia: los momentos de alegría y las épocas de desesperación acumulados a lo largo de los años es lo que determina qué será esa vida. Si no obtenemos control sobre los contenidos de la consciencia no podemos vivir una vida satisfactoria; por no hablar de contribuir a un resultado positivo de la historia. Y el primer paso hacia la consecución de ese control es comprender cómo funciona la mente.
La mente necesita información ordenada para mantenerse en orden a sí misma. Mientras cuente con objetivos claros y reciba información retroactiva, la consciencia seguirá canturreando. Por eso los juegos, los deportes y rituales ceremoniales son algunas de las actividades más satisfactorias, porque mantienen la atención ordenada dentro de los límites correctos y claros.
En la vida cotidiana las personas dicen sentirse más insatisfechas cuando están solas y sin hacer nada. Pero cuando somos más libres, cuando podemos hacer cualquier cosa que deseemos, es cuando somos más incapaces de hacer nada. En esas situaciones la mente tiende a vagar, y tarde o temprano da con algún pensamiento doloroso.
Existen dos maneras de evitar el deambular aleatorio de la consciencia, que suele experimentarse como una dolorosa sensación de ansiedad o de aburrimiento. Una es imponer orden a la mente desde el exterior. Al sumergirnos en una tarea, hablar con otra persona o incluso seguir un programa de televisión, estructuramos nuestra atención y ésta puede seguir una pauta más o menos lineal. La otra manera es desarrollar una disciplina interna que haga posible concentrarse a voluntad.
Quienes siempre se preocupan acerca de lo que puede salir mal, es posible que estén bien preparados frente a los peligros, pero desconocen qué es disfrutar la vida. La mejor estrategia implica encontrar un equilibrio entre lo que es más bueno para nosotros en general y lo que es bueno para nosotros como individuos diferenciados, que viven en el aquí y el ahora.
El futuro no está limitado por reglas ni cuenta con resultados predecibles. Necesitamos cultivar algo más que lógica si queremos prosperar en él. Debemos fomentar la intuición a fin de anticipar cambios antes de que ocurran, empatía para comprender lo que puede expresarce con claridad: sabiduría para percibir la conexión entre los sucesos aparentemente inconexos, y creatividad para descubrir nuevas maneras de definir problemas, nuevas reglas que hagan posible adaptarse a lo inesperado.

Nihaly Csikszentmihalyi (Croacia, 1934), antiguo decano del Dpto. de Psicología de la Universidad de Chicago; dirige el Centro de Investigaciones sobre Calidad de Vida; donde estudia las bases y aplicaciones de los aspectos positivos del pensamiento.

El pensamiento es el origen.


Vivimos atrapados entre el pasado y el futuro.
  • Dentro de la mente hay una voz constante: el diálogo interno.
  • Dicen los psicólogos que el 98% de los pensamientos cotidianos sin repeticiones de pensamientos antiguos.
  • El sentido de lo que yo soy deriva de mis pensamientos.
  • Un gran problema en nuestra vida es que nuestra mente busca realización no en el presente, sino en el momento próximo, vivimos tratando de llegar al momento siguiente, y senos va la vida... vivimos así en un estado perpetuo de insatisfacción; porque no realizamos lo más importante que hay en la vida, que es la vida misma, el momento presente.
  • Por eso hay que hacerse más consciente del momento presente, preguntarse ¿cuál es mi relación con el ya? Porque suendo consciente tengo el poder de transformar la vida.
  • la disfunción es proyectarse constantemente mentalmente hacia el futuro y pensar en querer acabar el momento presente para seguir.
  • Otra práctica es hacer las cosas cotidianas con consciencia, cosas que hasta ahora eran un medio para llegar a un fin, osea, disfrutar cada momento, sentir el agua fría mientras se lava las manos, la brisa, el calor, no pensar, percibir.
  • Eso es introducir poco a poco presencia en nuestra propia vida.
  • Y muy importante, recordar que las emociones son la reacción del cuerpo a los pensamientos, e conclusión, nosotros decidimos como nos sentimos.
Eckhart Tolle, El poder del ahora.