Hay una anécdota que cuenta que si se coloca una rana en una olla de agua hirviendo salta en el mismo instante, debido a sus reflejos por supuesto; pero que si se coloca la rana en la olla con agua fría y se va calentando poco a poco, la rana terminará hervida, porque el proceso es lento y la rana se va acostumbrado al calor sin darse cuenta, hasta que ya es demasiado tarde.
Este es un ejemplo real y una metáfora muy clara, pero, en todo caso me explico: me refiero a la apatía e indolencia que tenemos como pueblo. ¿Quién toleraría que le desfalquen un banco? ¿Que arriesguen el sistema de salud del país? ¿Que se roben el borrador de la sentencia de un tribunal?... Costa Rica, mejor dicho, el pueblo de Costa Rica, ¿triste verdad?
Respecto de esto una pregunta clave sería: ¿Cuánto más?
¿Cuánto más necesitamos en la lista de hechos indignantes de nuestra historia política? Robo, fraude, nepotismo, tráfico de influencias, doble discurso...
¿Indignante? Si. ¿Indignarse? ¡Por favor! Y en el mejor, más necesario y urgente de los casos: Actuar.
La normalidad es que las personas se reúnan en los parques a fumar y tertuliar; o en los bares a tomar cerveza y hablar de fútbol, entonces ¿Porqué no reunirse en una plaza a proponer soluciones y decidir nuestro futuro?... La indolencia, la pereza.
Si de verdad nada cuesta entrar buscar la información en Internet o algún medio alternativo, compartirla en una discusión o fotocopiarla para repartirla ¡Si es por el beneficio de todos! Informarse e ir creando la masa crítica que lleva a la acción.
Se debe empezar por crear la infraestructura para el cambio hacia una verdadera democracia, una democracia participativa. El principal cambio debe ser en la infraestructura mental de todos, por ejemplo estamos acostumbrados a nombrar 57 personas, de más de 5 millones, para que elijan (según sus intereses PROPIOS) el destino del país cuando nosotros podemos hacerlo, en cada barrio, en cada comunidad, reunirse una vez a la semana a discutir sobre las necesidades locales, redactar propuestas y votarlas.
¿Qué hace falta? VOS, haces falta vos, que salgas de la zona de confort en la que estás, que te sintas tan indignado que necesites cambiar la situación antes de que la situación sea realmente insostenible, como sucede en otras latitudes. ¿Porqué esperar perder los recursos naturales que nos quedan, la educación pública, la justicia social que aún podemos rescatar?
Lo que se plantea es un involucramiento, un momento semanal para que las personas, ustedes, nosotros, sepamos qué pasa en donde vivimos, y un par de horas durante el fin de semana para realizar cabildos o asambleas abiertas y votar sobre lo que necesitamos y queramos mejorar. Al principio esto se envía como propuesta a los gobiernos locales, luego al congreso nacional y luego se decide simplemente a través del voto electrónico con dispositivos locales, semanalmente y de una forma consciente y responsable, de todos y para todos.
La base de la infraestructura a nivel material ya está, un software libre para elecciones locales, como se hace desde hace algún tiempo en países como Islandia o Suiza donde las personas eligen y votan a consciencia lo que creen que es mejor para su desarrollo, incluso hasta para realizar cambios en la constitución. En nuestro país debe empezar un proceso a nivel básico, por ejemplo instalando un recaudador electrónico de votos en cada municipalidad para que las decisiones sean realmente democráticas, ¿Cuánto nos ahorraríamos todos en pagos de salarios de diputados, sus asesores, viáticos, transportes, gastos de alimentación, vacaciones y pensiones de congresistas (entre muchos otros exagerados gastos)?. Más adelante al disminuir costos y gastos hoy destinados a la Asamblea Legislativa, es totalmente factible brindar el acceso a Internet de forma gratuita en la mayoría de los distritos del país, de esta manera se procuraría una mayor participación ciudadana por vía electrónica, una democracia real, no representativa.
¿Cómo empezamos? ¿Cómo vamos más allá de la queja o la indignación? Llendo los domingos a la Plaza de la Democracia a las 11 a.m., a los cabildos organizados por los indignados en Costa Ric. Así se empieza, así se construye la democracia real, participativa, de todos, de todos los indignados organizados.
No podemos protestar por vos, no podemos proponer por vos, tenés que venir si querés empezar a hacer las transformaciones que todos necesitamos. Es un proceso ciudadano urgente.